Recordemos que la piel se encuentra compuesta por tres capas diferenciadas y en cada una existen distintas células que pueden dar lugar a diferentes tipos de cáncer. Existen tres tipos de cáncer que se presentan con mayor frecuencia: el carcinoma basocelular y el carcinoma escamocelular a los que se denominan cáncer no melanoma: y el cáncer melanoma.
Ya es bien conocido que la exposición a la radiación ultravioleta o rayos (UV) del sol, es la principal causa para desarrollar cáncer de piel y que, por lo tanto, la exposición a la luz solar a lo largo de la vida, incluida la infancia, es un factor de riesgo para la enfermedad.
La multiplicación descontrolada de células en el cuerpo es la característica principal del cáncer, cuando ello ocurre en alguna de las células que conforman la piel se denomina cáncer de piel. Este tipo de cáncer es el más frecuente en los seres humanos. Puede curarse en etapas tempranas por lo cual, la prevención y la detección temprana son las estrategias más importantes para el control de esta enfermedad.
Existen diferentes tipos de cáncer de piel y ello depende del tipo de célula en el que se originan las células malignas. El carcinoma basocelular se forma a partir de las células basales, estas son células redondeadas que se ubican en la base de la epidermis, la capa exterior de la piel. El carcinoma escamo celular se origina en las células escamosas, también se ubican en la epidermis, pero su forma es aplanada; finalmente el melanoma, que también afecta células de la epidermis se origina a partir de los melanocitos, células especializadas en la producción de melanina, un pigmento natural que ayuda a filtrar los rayos del sol. La mayoría de los cánceres de piel aparecen en la edad adulta mayor, en áreas del cuerpo con alta exposición al sol; sin embargo, la prevención y la detección temprana deben iniciarse desde la infancia (Instituto Nacional de Cancerología, 2020)
Existen otros tipos de cáncer de piel, sin embargo, se describirán solamente los tres más frecuentes.
Carcinoma basocelular
Este es el carcinoma más frecuente, su evolución es muy lenta y tiene poco potencial para producir metástasis, es decir migrar e invadir con células malignas lugares diferentes al de origen, pero tiene capacidad de penetrar y destruir el tejido a nivel local. Se localiza frecuentemente en zonas que han estado muy expuestas al sol como el rostro, cuello, cuero cabelludo, pecho y espalda.
Carcinoma Escamocelular
Este es el segundo tipo más frecuente de cáncer de piel. Afecta no solamente la piel sino también las mucosas, como los labios y zona interna de os párpados. Este tipo de cáncer tiene capacidad metastásica, es decir de migrar e invadir con células malignas lugares diferentes al de origen. Se clasifica de acuerdo con la afección de las capas de la piel en: localizado superficial o profundo, este último tiene mayor riesgo de ser invasor. Este tipo de cáncer se localiza con mayor frecuencia en zonas expuestas al sol como rostro, cuello, cuero cabelludo, pecho, espalda y el dorso de las manos.
Melanoma
Este es el cáncer de piel que ocupa en tercer lugar de frecuencia y ha ido aumentando su incidencia en los últimos años. Su aparición tiene relación con el género, principalmente masculino; la edad, adulta mayor y los grupos étnicos, principalmente las razas de tez clara. Se origina principalmente en los melanocitos, células encargadas de la producción de melanina; también puede tener origen en otros órganos diferentes a la piel, aunque no es muy frecuente.